El Reiki es el encargado de proveer a los grandes centros de energía del cuerpo (chakras) la vitalidad necesaria para su pleno funcionamiento. Cada uno de ellos tiene correspondencias físicas (glándulas y órganos vitales), y a la vez gobiernan distintos aspectos de nuestras vidas como son las relaciones sociales, los pensamientos y la confianza en uno mismo, entre muchos otros.
Un buen caudal de energía vital es indispensable en cualquier proceso de armonización dado que esta abundancia se transmite desde el plano energético hacia todos los demás, restableciendo el buen funcionamiento general.
